lunes, 19 de enero de 2009

Ida

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La ruta se hace pisar con tanta calma.
Solo el color me recuerda a mis padres.
De a poco voy sintiendo la montaña,
abraza, imponente, muestra sus años.

Como en un sueño, las nubes quieren ocultar.
La vida es tan recurrente.
Veo un sol reflejado en la nieve a traves de un vacio en la ladera de la montaña.
Es esperanzador,
como la chance que tengo de tenerte en mis brazos.

La montaña crece, el color desciende.
Me emociona ver el sol en las nubes.
Ver como nos come la cordillera.
Hacer que mi corazón golpee la piedra,
que el sonido recorra los andes,
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y me sientas.

Que mi sangre recuerde el volcan en tu piel.
Que vuelva a ser tierra fértil.

F.V.

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