lunes, 25 de agosto de 2008

Marco

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Marco como todo cántaro.
Cántaro suyo tal vez.
Cántaro del viento.
Cantaro del alma.

Bebo como vivo.
Vino como viento.
Vino, y dejó tomarse.

Dejo el mar, el lapiz.
Baño el verso.
Escribo tu nombre.

Olvido el sueño..
Mareo el cuerpo.
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...........................................Respiro, Lento.




Estaqueo, confío en el golpe.
Varios salen de su lecho,
farmacológico, merquero, alcoholico o de pareja.
Todo se puede dejar, menos la muerte.

En vida, despues de eso.
blancas las sonrisas.
Tibio el sol,
tu cuerpo, tuyo.
Vos..............................., por fin.


F.V.

viernes, 22 de agosto de 2008

Historia de una silla y una puerta

Hoy (o mejor aún, un día) estaba sentado en mi escritorio cuando me ocurrió algo extraño. Unas pocas aclaraciones topográficas previas: mi escritorio está al lado de la puerta de mi habitación; siempre mudándose de un lado a otro hay una sillita muy bajita que acaso fue útil en mi infancia y en la de mis hermanos pero que ahora se ha transformado básicamente en un guardarropa; por detrás de mí, el sol. En realidad este último detalle no es necesario porque no tiene mucho que ver con lo que me pasó pero de todas formas allí estaba el sol mirándome cuando todo sucedió.
Una correntada de aire, forma menos económica de decir viento, se había encaprichado con cerrar la puerta. Dicho proceder estaba por supuesto en contra de mi voluntad y ante cada nuevo empujón, me apuraba yo a restablecer la puerta a su lugar y a volver a lo que leía. La operación se repetía entonces una vez más y así sucesivamente.
Finalmente decidí que la voluntad del hombre es más importante que la de la naturaleza y la de los objetos creados por él. Tomé la sillita infantil y la coloqué como traba para que la puerta no cediera. Sonreí satisfecho y volví a mi lectura, mas no pude concentrarme porque en seguida se me antojó que la puerta estaría enojada por no haber podido cerrarse y que en ese momento estaría discutiendo con la silla por haberse entrometido en su camino.
- Pero yo no tengo la culpa
- Sí que la tenés. Impedís que me cierre
- El hombre me ha puesto aquí
- Pues correte.
- No puedo ni quiero. Si el hombre me ha puesto aquí, aquí me quedaré.
- Chupamedias
- No me insultes. ¿Vos por qué no me corrés de tu camino?
- Porque no puedo
- Bueno, yo tampoco puedo moverme.
Siguió pasando el día y el sol aquel que estaba a mi espalda fue bajando. Entre entradas y salidas a la habitación, en un momento noté al entrar que la puerta estaba cerrada. Intenté abrirla pero la cerradura se había trabado. Empujé con fuerza y logré mi cometido, pero frente al abrupto cede, mi cuerpo siguió de largo y caí tropezándome con aquella silla y rompiéndola sin remedio, obligándome luego a deshacerme de ella para siempre.

viernes, 15 de agosto de 2008

Entre la quinta y la sangre... (Lorca y Beethoven)

Un pequeño dialogo inspirado en un dialogo (valga la redundancia)en particular de una escena de Bodas de Sangre de Lorca acorde tambien a la historia de la obra. Es una conversación entre la novia y la criada. Al ritmo de la Quinta Sinfonía de Beethoven, que acompaño a las palabras mientras estas se entretejían en la madrugada de un viernes 18 de junio del 2004. No pude hacer que la letra me quedara igual, despues de tres horas de tratar sucumbo al intento.

La nana: Que pequeña e inocente niña, sentada en una caja de cristal, reflejada en un espejo de amanecer, Que pasa que pasa que no te puedes ver?. Que secretos el mundo no quiere contarte?. Que daño te hizo la mañana para que no quieras ya despertarte?. Quien fue que te enseño a amar? Que te pinto la luna de rojos y oscuros atardeceres, marchitos en tormentas de sosiego, de pasiones que a ti, lo siento mucho, pero jamás podrán estremecerte.

La novia: Cuanto lo siento por su blonda cabellera y por sus bellos ojos azules que mis labios jamás podrán besar, que como una flor en su juventud se marchitaran; Y como quisiera yo poseerle, sentarle en el limbo, y observarle ahí mecerse. Entre el mar y la luna, entre el desierto y la montaña, entre los pasajes de la onírica y los del alma. Como quisiera yo desnudarle y guardarme su esencia en una botella y al mar muy lejos arrojarla. Dejar al sol poder enfriar mi alma, gritarle a esta vida que ya me canse de esperarla y matar a la sangre desparramada que siguió viviendo a pesar del que corazón ya no amaba y el espíritu del cuerpo ya se escapaba. Porque cuando el error es tan bello, da pena no cometerlo. Porque cuando la herida es tan profunda se debe besar el puñal que terminó por hundirla. Cuando el silencio demasiado calla, la pasión a cuatro vientos grita, y la tierra la escucha y la lluvia la llora, y el destino la castiga.

La nana: Ay, Como te estas equivocando mi niña! Que más quisiera yo que regalarte a la deidad que tu tanto veneras. Pero mil veces te dije a esos dioses paganos no se los venera en esta era. Pero si de verdad existen, la muerte golpeara a tu puerta, se meterá en tu cama, te helara las piernas, se escurrirá por tus sabanas, te dormirá con su soliloquio, te convencerá de su coartada. Ay mi pequeña hermosa, que no escuches esa cantada! Que él es simplemente un pájaro que emigrara en el invierno, el lunes por la mañana.

La novia: Que mentiras tan bellas son esas, que como la verdad casi riman, pero a mi razón no logran convencerla. Mi amor no se seca como las hojas en invierno. Este amor es siempre puro y fresco como magnolia en primavera!
Ay que se me muere la conciencia!, que se me pierde la inocencia. Que me arde el pecho, que por el mil caballos con sus cascos golpean. Es el clamor de sus pisadas el tambor que a la fatalidad aclama. Se quedaran mudos, no se atreverán a decir palabra, porque el idioma de mi corazón, sus bocas mediocres no lo hablan. Porque el hado ante mi presencia se tendrá que inclinar. Ya no hay secano que separe a las aguas cuando se quieren mezclar.

La nana: Tanto te vas a arrepentir de lo que dices!, Ay mi Dios, que esta niña no puede distinguir ideal de ilusión!
Este amor tiene raíz en el miedo, nunca podrá ser consumado. Que sus manos no pueden tocar las tuyas, que si lo hiciera jamás serian ustedes dos perdonados. Que sus manos son aceite caliente, que te quemaran la piel y yagas de vergüenza para siempre te han de quedar.
No mi niña, resiste, no lo ames, que lo vas a hacer a él amarte igual.

La novia: Pero es que sus manos son los mas intrincados enigmas que pueda yo desentrañar, y sus movimientos pintan los cuadros más bellos que pueda yo imaginar, y dirigen las sinfonías más hermosas que pueda yo escuchar. Sus manos! Hasta la luna se dejaría agarrar por esas manos. Hasta los más viejos robles por ellas no les importaría ser talados. Y tú me pides que no lo ame! Y yo en esas manos quiero ahogarme, quiero que se fundan en mi cuerpo, que se laven con mi sangre y se nutran con las lagrimas que brotan de mis ojos cuando no pueden mirarle. Esas manos podrían plantar paraísos con los deseos que me obligas tú a callarme. Que lo amo demasiado y amar no puede ser tanto pecado. Que el único pecado es llevar en todo mi ser este secreto guardado.

La nana: Y así deberá permanecer enterrado en tu entrañas, en tu casta existencia, en la pureza que jamás debes a él dejar derramar. Debe permanecer en tu sangre con la cual la de él nunca se debe mezclar.

La novia: Ya no puedo seguir callando! Porque este secreto vive dentro de mí como un niño descontrolado. Que va corriendo tras una mariposa tan apasionado. Besar sus labios es lo que este niño me murmura en las noches cuando en fallidos intentos al sueño llamo. Niño que pone un gusto a rosa en mis labios y miles de espinas clava en mi cuerpo todo transpirado. Me duelen los brazos! Es que se me quieren salir del cuerpo y correr a abrazarlo. Mis mejillas me imploran por sus caricias, y mis piernas, mis piernas tiemblan...

La nana: Calla mi niña, que vas a arrepentirte!

La novia: No, ya callé demasiado, mi cuerpo entero subleva mi voluntad y mi pedazo de nihil humanidad pide a gritos la suya para que las mas bellas poesías puedan al fin ser consumadas. Ay Dios mío!, que realmente lo amo y no me importa que sea prohibido, que me este vedado. Que entonces me lo robaré de ese anillo que lo tiene encarcelado y me lo llevaré tan lejos como quinientos años, como mil septiembres o trescientos veranos. Y si tiene hambre le ofreceré mi corazón. Y si tiene frío mi piel le pondré de tapado. Y nos amaremos tanto que no habrá Dios que osé separarnos; Y perfectos y eternos en tronos de pasión y pecado para siempre nos veremos sentados.
















miércoles, 13 de agosto de 2008

Del Ser al No Ser... Un Mito del Día y su Noche

Cuando el día, quien en un revés de luna vio asomar las plateadas crines de la noche, la persiguió por todos los horizontes que encontró para que la dejara abrazarla, para que la dejara amarla, cada crepúsculo agoto y en cada amanecer su llanto grito.
A la luna le imploro, a el sol le rogó, pero él era luz, y la noche, su gran amada, tan solo una bastarda de la oscuridad.

Sin poder resignarse, el día, en los albores de una de sus llamas, asomo una circunferencia, donde pequeñas formas desbordadas de existencia, levantaron unos pequeños espejos glaseados ante él, y ahí sorprendido vio su reflejo... se vio y ese era él, no tan solo un reflejo, era esa búsqueda, ese sin encontrar, esa lejanía, esa soledad, esa eternidad descuartizada en efemeridad. Finalmente cuando esos espejos glaseados le reflejaron a su amada noche, ella al verlo rechazó su amor, rompió los espejos glaseados e hizo de aquellas formas vagar ciegas por esa circunferencia, sin sentido, sin razón, una nada de espejos glaseados rotos repitiéndose cada vez que el día los repetía para espiarla, y ella otra vez los rompía.....

Con el tiempo esas formas hicieron promesas, alabanzas, poemas, ciencias y realidad, se olvidaron de su destino, y creyeron que tenían uno propio. Encontraron su forma de repetirse, el día se resigno, la noche de todo se olvidó y la circunferencia siguió girando con formas de espejos glaseados rotos agachadas en su insignificancia, caminando, caminando siempre cuesta abajo....

....Eran tan solo figuras enfrascadas en un cm de perspectiva al borde de la región subliminal de sus propios sentidos.

martes, 12 de agosto de 2008

Prueba para el hemisferio izquierdo

C13R70 D14 D3 V3R4N0 3574B4 3N L4 PL4Y4 0853RV4ND0 A D05 CH1C45 8R1NC4ND0 3N 14 4R3N4, 357484N 7R484J484ND0 MUCH0 C0N57RUY3ND0 UN C4571LL0 D3 4R3N4 C0N 70RR35, P454D1Z05 0CUL705 Y PU3N735. CU4ND0 357484N 4C484ND0 V1N0 UN4 0L4 D357RUY3ND0 70D0 R3DUC13ND0 3L C4571LL0 4 UN M0N70N D3 4R3N4 Y 35PUM4... P3N53 9U3 D35PU35 DE 74N70 35FU3RZ0 L45 CH1C45 C0M3NZ4R14N 4 L10R4R, P3R0 3N V3Z D3 350, C0RR13R0N P0R L4 P14Y4 R13ND0 Y JU64ND0 Y C0M3NZ4R0N 4 C0N57RU1R 07R0 C4571LL0; C0MPR3ND1 9U3 H4814 4PR3ND1D0 UN4 6R4N L3CC10N; 64574M05 MUCH0 713MP0 D3 NU357R4 V1D4 C0N57RUY3ND0 4L6UN4 C054 P3R0 CU4ND0 M45 74RD3 UN4 0L4 LL1364 4 D357RU1R 70D0, S010 P3RM4N3C3 L4 4M1574D, 3L 4M0R Y 3L C4R1Ñ0, Y L45 M4N05 D3 49U3LL05 9U3 50N C4P4C35 D3 H4C3RN05 50NRR31R.

jueves, 7 de agosto de 2008

Día 1

Heme aquí,
Otra vez;

Vuelto a las letras

Ni siquiera por descanso
Ni siquiera por nostalgia
Y menos por pulir el aparente talento de
Mi mano

En este lapso
Me ignoré
En este lapso
Algunos de mis versos
Volqué
En la materia real
Saliendo de mis arterias
Cabalgué sobre el andamio del placer
Pero volví ¿Volví?

Es que no hay vida sin escritura
O sólo nos queda relatar las fantasías de lo q vivimos
Daría igual conquistar el polo norte
Que desglosar las innumerables páginas de la Brittanica

Como si sólo existiera la pena porque existen las palabras dolor y golpe

viernes, 1 de agosto de 2008

Digame usted

Hubo un momento. Si, claro que lo hubo. O quizás no, quién sabe. Si, si…ya se que usted lo sabe igual que todo. Pero ¿además de usted? No, yo no. Sino no lo estaría dudando, aunque claro que toda indefinición tiene un nivel de certeza. Sin un valor específico no podríamos relativizar!!
Disculpe, la seguridad de esta incertidumbre a veces logra vencerme. No, se lo ruego, no volverá a pasar, no se vaya por favor. Ustedes están acostumbrados a contener sus emociones, yo ya ni siquiera puedo hablar de emociones talvez. Lo ve? Lo ve!!!! Otra vez la duda tras la afirmación. Podría ajustar un par de tuercas, dibujar algunos números y ya está! Puedo homologarlo a mi situación actual, si es que tengo situación alguna, y el resultado…el resultado? No, disculpe. A veces no me doy cuenta. ¿Te puedo tutear?
Mire, voy a tratar de explicárselo una vez más. Si, ya se que no se lo he explicado aún, o por lo menos no como usted o vos lo prefiere, quizás el lenguaje también haya sido propiedad de ese momento y mi momento se estructura sobre un lenguaje distinto al tuyo o suyo o, bueno, me va a escuchar o no?!!
Voy a tratar de ponerlo en palabras más simples para que usted me entienda. Estoy muerto. Desde cuándo, no lo sé. Si lo supiera entonces creería verdaderamente en que hubo un momento. Si, pero dejemos la lógica y los silogismos de lado. Esto trata de fe viejo, nada más. Tiene razón, nuevas disculpas por el atrevimiento. ¿Pero sabés una cosa? No, esperá, me estoy adelantando, te voy a explicar algo sobre lo cual no recuerdo, o que quizás nunca existió!
Te digo que no, la existencia no la determinás vos, o por lo menos no la mía. Existo o no existo, es cierto. Pero usted, disculpe, vos, igual que todos los demás me hablan de mi otra existencia, la cual para mi no fue, aunque algo la recuerdo. O talvez no la recuerdo pero ustedes la construyen y entonces yo teorizo sobre ella. No, callate entonces y escuchame.
Ustedes me dicen que estoy muerto y lo creo, en una de esas porque tengo algo de vivo y soy demasiado crédulo, no lo se, la cuestión es que si estoy muerto (según ustedes) es porque alguna vez tuve que estar vivo, hubo un momento! No? Pero el problema es que si fue así yo nunca estuve vivo, si la existencia de uno depende de los demás entonces estuve doblemente muerto toda mi ¿vida?
Mirá, no andate. Pero sentate, dejá el vaso quieto y escuchame. Vos me hablas en términos de muerte en tanto existan términos de vida, toda indefinición tiene un nivel de certeza y etc. Pero yo no tengo valor del cual medir. Perdí mi discontinuidad y hoy vivo en la continuidad absoluta. Si, lo se, son términos académicos que no espero que entiendas aunque te duela, pero lo importante no es mi realidad sino la construcción. Y aquella que ustedes hicieron de mí y que yo terminé por adoptar como verdad me hace sentir de hecho mejor que antes, de hecho mejor que un pobre iluso como vos. No, vas a salir de acá y vas a seguir sin entenderlo. Yo tengo la seguridad de estar muerto, ¿y vos?