miércoles, 8 de julio de 2009

Cartas de Amor al Olvido

Lejos. Desde un rincón de la eternidad:
Ya no soy yo, siento como si el cuerpo se me hubiese evaporado, como si mi sangre hubiese cambiado su curso, me he vuelto mar, me he vuelto cielo, siento que he hechado raíz al fin en una fértil tierra y la próxima primavera seré un girasol agitando sus brazos al viento, desperdigándose por cada recoveco de esta tierra, amando cada nuevo suelo, dejando su semilla en el seno mismo de lo eterno. Moriré el próximo invierno, pare renacer otra vez, morir y renacer esos son los augurios de mi nuevo destino. Me he burlado de la muerte, me he escapado de su rueda. Al mismo tiempo, me he salvado de la vida de sus soliloquios de mendiga del sentido, Me he perdido en mi mismo y me desperté en los brazos mismos de la eternidad, los dos amándonos entre sabanas de pecado y redención, de costumbre y novedad, ella misma me ha arrancado la vendas de los ojos y los cuervos me han devorado las falsas verdades que me hacían hombre, que me hacían vida. Y al fin pude ver, pude ver porque las erinias me tejieron un nuevo corazón ,las bacantes me invitaron a sus mágicos rituales, fundieron mi esencia con la divinidad y me volví inspiración, pura y simple inspiración. Inspiración nacida de un eclipse de luna y sol, de una noche de verano, bajo el techo estrellado donde todavía podía verse al mar con el horizonte besarse. Inspiración enroscándose por mis piernas, subiendo como un torbellino hasta el puerto seguro de mis manos, dejándome pintarle sublimes paisajes con mis pobres palabras, dejándome amarla la noche entera, dejándome salvarla de la crueldad del tiempo, hacer de nuestros furtivos encuentros sinfonías de papel y sentimiento.
En fin como un barco de papel ella me arrastra por los mares de la incertidumbre y el desasosiego.
Me despido desde una tarde de lluvia, desde mi prisión de recuerdos, mi cuerpo.

1 comentario:

COLECTIVO TEXTUAL dijo...

Antes que nada creo que está muy bien narrado. Una carta de amor con todas las letras. La idea del texto se resume a partir de muy pocas expresiones, desde un comienzo con la evaporación del cuerpo, en un final con la adscripción de éste a la figura de la prisión y mucho más sencillamente con la idea de divinidad.
Siento a Platón detrás del texto liberando al alma, navegando junto a ella por el río del olvido para abandonarla al fín en la eternidad.
El alma divina, trascendental, sin tiempo. Jamás creada, tan sólo creadora.
"Al mismo tiempo, me he salvado de la vida de sus soliloquios de mendiga del sentido"...una frase excelente.
Gran texto

Pablo