lunes, 20 de octubre de 2008

2ml de Heroina.

7 y 30 parece que se fué, lo sentí como que el cuerpo iba viste pero no, será la grasa de la capital, los ravioles. Igual es mojarse, sí, la humedad labura como en el primer mundo, Noooo, no se corren los feriados, ma´que fin de semana largo, que mini-vacaciones ni que ocho cuartos; las de Mar sin Plata fueron las mejores eh, el paseito de 30 cuadras llevando termo, sombrilla, baldecito, sol, calor al hombro todos los dias, uf! Que vista. Todo el mar, cuando estaba feo, porque la bristol cuando esta lindo parece playa al reves, parece que la playa va a refrescarse a la masa de humanos. Asi dice el mar -che me voy a dar una humanada a ver si me refresco-, mundo es chico..mundo de gente, pero hsta las 10 nomas, desues peatonal, si hay billete al casino, unos fichines. El flotante se pone lindo, salvo cuando perdes todo, y mas si vivis en Gonzalez Catan, que Boludez!. Todo por un par de tetas, ella era toda mia, perdon, toda del billete (al que yo estaba adosado por una sencilla ecuacion azarosa y temporaria), se fue el billete se fue la mina. Claro despues me di cuenta que el gordo que tenia en frente no era un gil, no hacia morisquetas de gil, que tic ni que nada, me estaban pelando los hijos de puta.
Mirá que a los gordos yo los quiero eh!! Alla en Catan había un gordo que daba ternura, Osito le decian, casi 200Kg el gordo, yo lo abrazaba, le hacia los chicharrones. No lo queria nadie al gordo, era el unico amigo yo. Tardes hablando de cosas lindas de la vida.
El campo, que domingos con toda la familia, perro, asado, vino. Si no fuera por esta puta enfermedad mirá, estaria como Osito, despues de todo, como decía Quique "plata o mierda". De que me sirve vivir sabiendo minuto aminuto que no puedo comer , no puedo tomar, no puedo cojer, no puedo correr, soy una porqueria viejo!!
Si le hubiese hecho caso a mi viejo, me decía -ves boludito estas canas y esta parte de arriba vacia, bueno, son años, y los años te la dan, asi que menos joda pibe, cuida el cuerpo porque sino a los 50 vas a estar no de vuelta, llegando vas a estar- Se atrasó el viejo, y encima se me murió antes, estoy hecho mierda y ni piso los 40. Si, ya se Padre, en el reino de los cielos no hay dolor y todo es paz y eso, pero yo estoy bien aca, digo, me quejo, pero no por eso tiro la chancleta. Esperen, quiero confesar que de chico meaba la pared de la iglesia, debe haber sido un castigo esta puta enfermedad, pero ya esta, no hago nada asi. Doctor, deseenle suerte a los que van a recibir mis organos sanos. A mi familia denle la dirección del crematorio y del banco donde depositaron, ellos saben que hacer.

F.V.

2 comentarios:

COLECTIVO TEXTUAL dijo...

No sé si a ustedes les da la misma sensación pero mientras lo leo siento a Fran al lado mío leyéndomelo. Creo que capta muy bien lo que es su registro oral. Tiene algunas cosas que me gustaron mucho. Me gustó eso del mar que viene a bañarse a la gente. Me recuerda a Girondo, ese poeta en el que como dice un profesor de la facultad una mujer no entra a un quiosco. sino que es tragada por él. También me recuerda a "ver", otro texto viejo tuyo de junio donde el tipo va caminando y dice "me cruza una veterinaria". Sin parecerme excelente me gustó. Creo que hay algo de profano arrepentido. Aquel que meaba la iglesia y no creía en su viejo después considera que eso estuvo mal y para reconciliarse quiere dejar órganos, cenizas y plata a su familia. Es una tríada curiosa.
Fernando

COLECTIVO TEXTUAL dijo...

El registro oral me parece excelente. La escritura es vertiginosa, una palabra devora a la anterior. Las enumeraciones del día de playa atestado de cuerpos le da un carácter grotesco a la vieja costumbre de plantar sombrillas en la bristol. Coincido con Fer en que la imagen del mar dándose un baño de humanos es afortunada. Los diálogos virtuales que aparecen como encarnados (con el Padre por ejemplo, o la apelación a los mismos lectores) le dan un tono de soliloquio psicótico a la voz narradora.
La voz de un renegado que expulsa en sus últimos estertores los remordimientos del pasado, pero sin dramatismo, con mucho humor. He aquí la alegría ante la muerte (hecha literatura) de la que hablé en otro comentario de un textito. publicado hace poco.
Cuando yo no esté, ellos sabrán que hacer.

Matías.