secándonos de a uno, viviendo con el sol y la luna, sufriendo el sol, como si fuéramos esclavos a punto de ser/hacer un número menos.
. . Nos llega la noche, tan tranquila, tan fresca..., nosotros cantamos y contamos nuestro número; un coro de pequeños lagos que gritan hasta que allá lejos se empieza a ver el color naranja, hacia arriba. Como brazos ardiendo viene el primer látigo......así sufrimos este Sol. Así somos cada vez menos.
Ya casi desaparecemos, somos pocos y la distancia nos hace difícil escucharnos y seguir cantando. El sol no es piadoso.... .. . .. . Yo ya me estoy evaporando, pero no tengo miedo. Sé de muchos que se fueron hacia arriba, llegaron al cielo y se condensaron; pelearon con las nubes del este, del norte y del sur, tomaron cuerpo y cayeron, resucitando. Volviendo a ser uno mas,
un numero mas, una nota mas.
un numero mas, una nota mas.
Yo ya me estoy evaporando, pero no sé si en este suelo, si en el mar, en el río,
o sobre tu piel,
yo vuelvo.
F.V.
o sobre tu piel,
yo vuelvo.
F.V.
1 comentario:
Me pareció muy bueno. Muy buena la imagen metafórica de los charcos, de la evaporación (la vida nos va como evaporando) y de la vuelta. Siempre volvemos una y otra vez en el discurso y en los recuerdos de los otros, sobre todo en los de aquellos que nos han querido pero en los de los demás también. Perfectamente escrito. Se lleva todos los puntos.
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