jueves, 24 de julio de 2008

La casa

¿Qué habrá encerrado en esas paredes? Lamentablemente nunca pude saberlo. Jamás me abrieron las puertas ni me invitaron a entrar. Sé que muchos en mi misma situación se cuelan por alguna ventana y terminan entrando. Los veo reírse de mí con ironía pero no me gusta sentir que estoy asaltando a nadie. Prefiero más bien creer que estoy siendo bienvenido.
Jamás le toqué el timbre ni empañé con mi respiración alguno de sus vidrios. De hecho nunca pude pasar del jardín de adelante. Desde allí admiro su belleza exterior. La pintura, la arquitectura, el estilo. He realmente intentado merecer ser invitado a entrar, pero debe tratarse de un lugar muy exclusivo. ¡Hay quienes entran tan fácil! ¿Será que han nacido con credencial incluida?
¿Tendrá habitantes? ¿Tendrá fantasmas?
¿Habrá amor? ¿Habrá odio?
¿Hará calor? ¿Hará frío?
¿Será acogedora? ¿Crujirá el piso?
Lamento no haber logrado esclarecerlo. No me culpen. No se rían. Jamás me abrieron las puertas ni me invitaron a entrar. En la noche eterna de mis días espero sentado, haciendo desesperadas señales cada tanto, el momento feliz en que por fin me sea permitido develar el misterio, mi único deseo.

3 comentarios:

COLECTIVO TEXTUAL dijo...

Este texto me hace acordar al "Ante la Ley" de Kafka. Quizás los habitantes (sea o sean lo que sea o sean) al ver al protagonista del otro lado del jardín se pregunte:
Tendrá habitantes? ¿Tendrá fantasmas?
¿Habrá amor? ¿Habrá odio?
¿Hará calor? ¿Hará frío?

Por ahí alguno debía tomar la posta y de eso se trataba todo el asunto: de no preguntarse tanto si nos permiten entrar, sino de entrar directamente y averiguar si tengo lugar ahi dentro. Si entro y hallo lugar y estoy comodo, me quedo; si estoy cómodo pero no hay lugar, lo fabrico; si me encuentro a gusto pero no hay lugar y no puedo fabricarlo o no me dejan, bueno, me voy a ir, pero sabiendo que hice todo lo posible por ser admitido. Este último caso puede ser bastante doloroso, pero es digno y no constituye un fracaso.
Me gustó.

M.S.

Mario Oliverto Guzmán dijo...

Recordé también a Kafka. El siempre presente Kafka que se autoemola y se arremolina en su silla se sentar, que se mimetiza.
El interior, desde un afuera que cuestiona se modifica y termina siendo aquello exterior. No hay nada adentro ni adelante. Lo que buscamos siempre estuvo con nosotros, eso lo dice Jodorowsky, ha lo vi ayer también en una muestra. Quizás exteriorizar lo interior sea el meollo de la corteza. Me dejó con la sensación de necesariamente saber que había adentro, pero después me acorde de eso, que no hay nada, o mas bien que todo siempre esta adentro, pero antes de preguntar quizás también recordar lo del templo de Δελφοί.
“Te advierto, quien quiera que fueres, Oh! Tú que deseas sondear los arcanos de la Naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo, aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tu ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿Cómo pretendes encontrar otras excelencias?. En ti se halla oculto el tesoro de los tesoros. Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los Dioses.”

M.G.

COLECTIVO TEXTUAL dijo...

Creo que todos recordamos Ante la Ley tras este texto esoterico. Me parece muy buena la propuesta y creo que puede haber muchas interpretaciones. Esta bien expuesta la auto-marginacion, el miedo a la no aceptacion. Coincido mucho con mati en cuanto a adentrarse en la casa y enfrentar el fracaso. Lamentablemente no todos tienen la suficiente fuerza para hacerlo.
Podemos pensar la casa también como eo interior del sujeto y considerar su miedo como miedo a lo que pueda encontrar en él.
Me gusto mucho fer pero lo tendrias que haber continuado un poco creo