La maquina del Colectivo, pregunta:
Indique su destino, una pregunta bastante existencial para una maquina de colectivo, tan directa
tan profunda, tan efímera, porque la señora de atrás ya la sabe, noventa centavos, hasta ahí
le llega su destino, (yo todavía atónita a la sorpresa aún no contesto) un destino de noventa centavos amerita?, que? y uno de 1.20, al parecer el mejor de todos es el de 1.50. Pero entonces si el colectivo nos pide que le indiquemos nuestro destino, las maquinas de café podrían preocuparse por nuestra dieta y ofrecernos de vez en cuando un jugo o un buen licuado y ya que estamos los cajeros electrónicos podrían comentarnos como el dinero no hace a la felicidad e indicarnos algunos de los paraderos posibles en donde la podamos encontrar, digo, para que de ultima sea mas fácil contestarle a la maquina del colectivo cual es mi destino, porque todavía sigo pensando y la vieja de atrás (por que ya asume la categoría de molesta) me esta empezando a mirar con mala cara (pero a lo mejor no es molestia de mi parte sino un poquito de envidia porque ella ya conoce su destino, 90 centavos, como bien fuerte y claro le dijo el colectivero). Quien sabe, talvez sera por resignación o por selección cultural ó tal vez POR ELECCIÓN PROPIA y si lo es oh!! es tan afortunada pienso yo, mientras me bajo del colectivo no sea cosa que me lleve por mal camino ó mejor dicho destino...
Un pequeño homenaje a Cortázar y a su única manera de ver la realidad...ojala este a un poquito de su altura.
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3 comentarios:
Gran carta de presentacion juli! me parece muy interesante. Entre otras cosas es bastante radical en la pagina creo, no se asemeja a ningun texto anterior.
Muy buena la idea de plantear una duda existencial surgida de una mera maquina y en un colectivo que sugiere un destino unico definidamente trazado.
Hay que reconocer que tiene un dejo cortazariano.
Pablito (la mentira del arte o el artista mentiroso?...ninguno quizas...) "anti-kowalinsky"
Me gusta. estamos llenos de pequeños destinos incuestionados. ¿Por qué tendremos el vicio de las grandes preguntas? Bien podría preguntarme por el destino del celofan del atado de cigarrillos que acabo de abrir y deje caer sobre la vereda y vi volar suavemente y desaparecer suavemente... quizás ese papelito intervenga con otros destinos insignificantes y la respuesta a las grandes preguntas esté ahí, en la suma, en la obturación implacable de infinitos, sucesivos e invisibles.
Repito: me gustó.
Bienvenida juli, queremos más, y más.
M.S.
Bien. Me gusta esto de que la cosa se abra a más gente. El texto me gustó. Sería interesante conocer una persona como el narrador. Me lo imagino deteniéndose a flashear filosofando con cualquier cosa que se le pregunte.
-Disculpe, ¿tiene hora?
-¿Tengo hora o en realidad la hora me tiene a mí, ya que lo que soy no es más que el producto momentáneo de una unión de moléculas que sólo tienen la coincidencia de estar aquí y ahora cumpliendo juntos como sistema una función conjunta?
Retomo la línea de fuga perdida, el texto me gustó. Mientras lo leía, sin ver abajo la firma, pensé que era de Pablo (la parte que dice que la mujer de atrás ya asume la categoría de molesta por algún motivo me parece muy cercano a su estilo) No te conozco pero que seas bienvenida.
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