jueves, 11 de septiembre de 2008

AL QUE DEL OTRO LADO DEL TELEFONO LLAMAN TIO

Primera Parte...

Un Hombre, al que del otro lado del telefono suelen llamar tio, repitio su secuencia recurrente
de pulsion y ring ring a la casa aquella a donde lo reconocen como tío. Al levantar el telefono
el lado del tio reclama un paquete de yerba que le falta, porque el agua caliente la bombilla
y el elemento mate acusan de una falta causal de yerba, al parecer esta no se encuentra en la alacena,
estante y hasta nisiquiera en el embase de plastico que detalladamente en rojo lleva impreso la
palabra YERBA. Por lo tanto el lado del telefono de donde el carente de yerba recibe el nombre de Tio,
es fervientemente calmado al mismo tiempo que uno de los individuos, que llama al del otro lado del telefono tio,
sale apresuradamente de la sala pasando más apresuradamente por la cocina, donde en su apuro tira el delicado embase
de vidrio donde estaba contenido el precioso elemento que del otro lado del telefono tan ansiosamente aguardan.

Segunda Aparte....

En el estupor de la caida vidrio y elemento se conjugan en un imposible intento de
separacion. Por lo tanto el individuo que llama al del otro lado del telefono tio, consternado
ante tal hecho sale corriendo a la almacen del barrio que descansa a dos cuadras de su casa
y a ocho del individuo al que llama tio. Al llegar a la puerta de la almacen un cartel lo abofetea en la cara
gritando CERRADO (lo cual es logico porque la hora del mate solo ocurrira en los proximos 79 minutos).
Desbordado de desesperacion el individuo, que llama al del otro lado del telefono tio, corre hacia la casa
de la mejor amiga de su madre, a la cual su madre llama Carmen (la cual vive a cinco cuadras de la almacen
y a tres del individuo al que llama tio), quien no gusta del mate, sino del té, con sabor a jazmin preferentemente;
Sin embargo todos los martes y jueves conserva en su casa un paquete de Yerba, ya que su sobrina Margarita
viene de visita y a ella sí le gusta el mate. Pero dado que margarita no llegara hasta los proximos 96 minutos,
el individuo es recibido atentamente por Carmen quien le otorga el tan necesitado elemento, con la promesa
por parte del individuo, que llama al del otro lado del telefono tio, de ser devuelto en un paquete nuevo de la
misma marca y sabor en los proximos 17 minutos previos a la llegada de Margarita, su sobrina quien prefiere
el mate al té, y de mandarle unos calidos saludos y besos a su madre con la que se reunira el proximos miercoles
para continuar con el tejido del pullover para josecito el hermano de Margarita al cual solo le gustan los colores blanco
y azul francia.

Tercera Parte...

A la carrera y al trote de a ratos dado que el individuo, que llama al del otro lado del telefono tio, es un gran compulsivo
fumador quien mientras corre piensa que urgentemente debe renunciar a su vicio, y mientras trotea piensa que no es para tanto;
Llega al fin a la casa del quien del otro lado del telefono llama tio, toca el timbre y sin esperar respuesta alguna lo llama lo más alto
que sus pulmones pueden. Tras 4 minutos y cinco segundos de espera, el individuo al que en su casa del otro lado del telefono
llaman tio aparece en la puerta desesperado y desorbitante en su bata a rayas de colores y su barba enmarañada dando repiques
con cada una de sus piernas, flacas raquiticas, en el descenso de cada uno de los cinco escalones, corre al encuentro de su preciado
elemento que ya se encuentra extendido a traves de las rejas verdemete descoloridas por el individuo, que llama al del otro lado del
telefono tio, este se abraza al preciado elemento y sin un gracias o un muchas gracias corre de vuelta a la casa; donde un individuo
que llama amigo, al que del otro lado del telefono llaman tio, esta llegando en los proximos 23 minutos.
Del otro lado de la reja verdemente descolorida, al trote y a la carrera esta vez, se vuelve el individuo, que llama al del otro lado
del telefono tio, prendiendose un cigarrillo exactamente a los 5 minutos y tres segundos que le llevo el arribo a la almacen, la cual
abrira en los proximos 53 minutos y 52 segundos.

Cuarta y ultima parte...

El individuo al que del otro lado del telefono llaman tío, saca de debajo del mantel largo hasta el piso, los cuatro paquetes
que aun conservaba de aquel elemento que siempre le trae el individuo que lo llama amigo al que del otro lado del telefono
llaman tío, deja 1/4 del paquete que le acaba de dejar el individuo que lo llama tío del otro lado del telefono; y en un gran tazón
de hierro al cual un individuo fallecido al que llamaba su mujer solia usar para lavar la ropa del individuo, al que del otro lado
del telefono llaman tío y comienza a quemar el contenido de los cuatro paquetes y tres cuarto de aquel elemento al sol del
inmenso parque que habia pertenecido a el individuo al que él llamaba suegro.
Cuatro minutos ante de que llegara el individuo que lo llama amigo al que del otro lado del telefono llaman tío, el verde se habia
descolorido en cenizas grises y polvorientas que fueron almacenadas por el individuo al que del otro lado del telefono llaman tío,
en una verdemente descolorida caja musical, que ya apenas resonaba un claro de luna de Beethoven con un decolorido
terciopelado azul, que despreciaba las cenizas despegandolas de su deslujoso terciopelado.
Tres minutos antes de que llegara el individuo que lo llama amigo al que del otro lado del telefono llaman tío, este corrio
a su habitacion y cambiandose en un verdemente descolorido y aterciopelado traje recubriendo una amarillamente balnca camisa
zurcada al rededor del cuello por una corbata negando su azul en un descolorido y augereado negro a modo de estrellas en la oscuridad.
Pantalones escandalosamente ruidosos a la hora de calzar las medias rematadas en augeros descosidamente cosidos y embarcandolas
en mocasines que algunas vez acusaron ser blancos.
Cero minutos el timbre resono en la habitacion y el individuo que lo llama amigo al que del otro lado del telefono llaman tío, esperaba
en la reja verdemente descolorida vestido a espejo del individuo al que del otro lado del telefono llaman tío. Seriamente comprometido con la
situacion, el individuo al que del otro lado del telefono llaman tío, abrió reverencialmente la puerta y abrazó con recato al individuo que lo llama
amigo al que del otro lado del telefono llaman tío; Pasaron, se sentaron al borde de la mesa escondida bajo el mantel verdemente decolorido,
sobre el mante ya aguardaba ya la bombilla, el agua caliente y el mate y el cuarto de yerba del paquete que le habia traído el individuo
que del otro lado del telefono lo llama tío. Tomaron sobriamente y en silencio durante 28 minutos el mate hasta que aguado y
verdemente descolorido le saco las ganas de tomar mate. A continuacion el individuo al que del otro lado del telefono llaman tío, con un
educado permiso de dirigió a su habitación y recogió la cajita musical donde había recojido las cenizas de los cuatro paquetes y tres cuarto
del elemento y se volvió al comedor donde lo esperaba el individuo que lo llama amigo al que del otro lado del telefono llaman tío. Al
verlo venir este se levanto solemnemente de una silla verdemente descolorida en la que se había sentado, puso cinco paquetes de yerba
en el centro de la mesa, miro con ojos brillosamente entristecidos al individuo que del otro lado del telefono llaman tío y lo siguió hacia el
jardín, el cual en esos días al compás de un invernado sol lucía verdemente descolorido, subieron por las escaleras que llevaban a la terraza
con parsimonia y pesadez. A llegar un ceniciento cemento sostenía sus pies y un viento suspirante murmuraba en sus oídos y levantaba
las solapas de sus verdemente descoloridos trajes; El individuo al que del otro lado del telefono llaman tío y el individuo que lo llama amigo
al que del otro lado del telefono llaman tío, caminaron decididamente hasta el borde de la terraza donde unos diez metros y 8 centímetros
los separaban del suelo. El individuo al que del otro lado del telefono llaman tío, levanto en alto la caja de música y la abrió, al mismo tiempo
que el individuo que lo llama amigo al que del otro lado del telefono llaman tío, puso su mano en el hombro de su amigo.
Las cenizas se fueron remolinando por el suspiro del viento acaricando cada hoja de cada árbol y empujadas de nuevo por cada nuevo suspiro
del viento; hasta reposar finalmente en el gran jazmín de Carmen, la amiga de los individuos que al del otro lado del telefono llaman lo tío,
dandole al desflorecido jazmin un tono verdemente descolorido. Tres Cuadras más atrás el individuo al que del otro lado del telefono llaman tío
levantó sus ojos al cielo se aferró más fuerte a la mano al individuo que lo llama amigo al que del otro lado del telefono llaman tío y con
una voz desoladamente descolorida gritó: ¡Cuanto la extraño! ¡Cuanto la extraño!.

2 comentarios:

COLECTIVO TEXTUAL dijo...

La verdad que no me gustó tanto. La atmósfera del absurdo y el desquiciamento están perfectamente logrados, pero la repetición y la meticulosa articulación de minutos y segundos (Según Bajtín no estoy plagiando el comentario anterior)me resulta un poco cansadora (sobre todo la repetición). Me pasó que me cansaba leer "al que del otro lado del teléfono llaman tío", "el que llama al del otro lado del teléfono tío" y "el que lo llama amigo al que del otro lado del telefono llaman tío" a cada rato, y por eso lo pasaba medio rápido, y eso hizo que cuando terminara no supiera quién había hecho cada cosa o que me fuera fácil perderme. Sinceramente me quedo con los anteriores.
Fernando

COLECTIVO TEXTUAL dijo...

Me gusta, y si bien es verdad lo de las muchas repeticiones, es evidente que no es un texto repetido ni similar a otros en este blog, hay que ser paciente, y me encanta.
Tanto la clara descripcion como la estructura consciente del tiempo y el espacio estan bien a la vista, y me gusta.
F.V.